El término Ginecomastia define el aumento  anormal del tejido mamario en el varón.

Cuando lo que existe es un acúmulo de tejido graso pero sin glándula mamaria hablamos de «pseudoginecomastia».

Es un problema frecuente, sobre todo en determinadas edades de la vida,  a menudo sin una causa clara y que en muchas ocasiones desaparece espontáneamente.

La ginecomastia aparece de forma fisiológica en un alto número de bebés recién nacidos, debido al exceso de hormonas maternas que aún circulan por su torrente sanguíneo. Se aprecia hinchazón y enrojecimiento en el área mamaria, e incluso se puede palpar un pequeño nódulo doloroso. A pesar de la alarma de los padres, este es un proceso totalmente benigno y transitorio, que desaparece en unas pocas semanas y que no necesita más tratamiento que calmar las posibles molestias del bebé.

El segundo pico de edad, que reviste más trascendencia por su repercusión psicológica, es la adolescencia («Ginecomastia puberal«). Se presenta alrededor de los 13-14 años, en uno o en ambos lados, y también suele ser transitoria. Se debe fundamentalmente a factores hormonales, dado que en ese momento la secreción de andrógenos (las hormonas masculinas) aún no ha alcanzado los niveles del adulto. Este aumento de las glándulas mamarias coincide con otros cambios físicos propios de la adolescencia y en la mayor parte de los varones regresa de forma espontánea.

Sin embargo, en un porcentaje significativo de chicos la ginecomastia se prolonga más allá de los 16-17 años. Esta circunstancia provoca problemas de ansiedad, inseguridad, baja autoestima e incluso exclusión social. Los muchachos afectados no se integran en actividades deportivas, no van a la piscina ni a la playa, por no mostrarse con el torso desnudo.

Es en estos casos cuando puede plantearse una cirugía correctora.

El último grupo de edad en el que aparece este trastorno es el de los varones adultos de 50-60 años, también un momento en el cual existen cambios hormonales.

Una pregunta que me hacen con frecuencia es si la ginecomastia está relacionada con el sobrepeso.

Lo cierto es que hay una relación porque existen ciertas hormonas en el tejido adiposo que hacen que el tejido glandular de la mama sea más sensible al efecto de los estrógenos (las hormonas femeninas), y por ello crezca más de los normal. Pero la ginecomastia aparece también en chicos delgados y no siempre desaparece al perder peso.

Existen otras causas que pueden provocar aumento del tejido mamario en el varón, algunas enfermedades, algunos tóxicos y/o medicamentos… Antes de indicar una intervención es imprescindible una consulta detallada para descartar cualquier otro problema asociado.

La intervención consiste en extirpar la glándula mamaria aumentada. En muchas ocasiones asociamos una liposucción complementaria de la región pectoral para conseguir un resultado óptimo. Los casos más graves pueden necesitar además remodelar el exceso de piel resultante. La intervención se realiza por el borde de la areola, para que la cicatriz quede escondida y no sea visible.

En el periodo postoperatorio se debe usar una prenda compresiva durante algunas semanas para limitar la inflamación y ayudar a la piel a readaptarse.