Asimetría Mamaria

¿Qué es la Asimetría Mamaria?

Cirugía plástica Madrid asimetría mamaria

Efectivamente, no existen dos pechos exactamente iguales. De hecho, la sensación equilibrada y simétrica de unos senos no pasa por el hecho de que coincidan exactamente las medidas de las dos mamas.

Pero, a pesar de que la mama derecha y la mama izquierda de una mujer no coincidan totalmente en tamaño, la sensación de equilibrio estético es fundamental. Por ello, cuando esto no ocurre, nos enfrentamos a un problema que puede causar graves inseguridades en las mujeres que lo padecen.

Cuando no hablamos de una pequeña asimetría natural, tan discreta que pase desapercibida, nos encontramos con un problema de asimetría mamaria que debe ser tratado con cirugía. Hablamos, por lo tanto, de mamas que cuentan con notables diferencias de volumen, forma o posición entre ambas, o de diferencias en la posición o tamaño de las areolas. Se trata de una asimetría que puede ser difícil de camuflar, incluso bajo la ropa, y desde luego es muy complicado esconderla con biquinis o bañadores.

Candidata ideal

La cirugía para corregir la asimetría mamaria es una intervención indicada para aquellas mujeres que deseen recuperar un aspecto estético en sus senos; y que mantengan expectativas realistas y saludables respecto a lo que la cirugía puede aportarles, teniendo en cuenta el resto de su fisonomía.

Los senos representan una parte muy importante de la construcción de la feminidad. Unas mamas asimétricas suelen provocar graves problemas de autoestima en las mujeres. Esta pérdida de confianza repercute directamente en la calidad de vida de estas pacientes, que dejan de lado parte importante de su vida sexual y afectiva por no sentirse seguras y atractivas.

La cirugía de asimetría mamaria puede suponer una solución muy efectiva que ayude a estas mujeres a recuperar su feminidad.

¿Hay una edad ideal para corregir una asimetría mamaria?

No existe una edad ideal para plantearnos una cirugía que corrija la asimetría mamaria. No obstante, es recomendable optar por esta intervención una vez que ya se ha decidido no pasar por más embarazos ni procesos de lactancia. De este modo, conseguiremos unos resultados mucho más satisfactorios a largo plazo. Pero no hablamos de una condición imprescindible para llevar a cabo la cirugía.

Por otro lado, cuando las pacientes son adolescentes muy jóvenes, la recomendación sin duda es esperar a completar el desarrollo. La colocación de implantes mamarios, por ejemplo, por solo por motivos estéticos, está desaconsejada en mujeres menores de 18 años. En España, legalmente puede valorarse este procedimiento a partir de los 16 años. Sin embargo, la mayor parte de los cirujanos preferimos esperar, no solo por los evidentes motivos físicos o anatómicos asociados al fin del desarrollo, sino porque también es muy importante la madurez psicológica de la paciente que va a someterse por voluntad propia a la intervención.

No obstante, existen muchos casos de asimetrías mamarias que afectan enormemente a la salud psicológica de las pacientes adolescentes: las cuales se encuentran precisamente en un momento muy delicado de desarrollo de su imagen corporal y su sexualidad.

Tal es el caso de una de las asimetrías mamarias más comunes, las llamadas mamas tuberosas. Cuyo nivel de gravedad puede variar en función de la problemática que sufra cada paciente. Y en los casos más severos suele poder plantearse una cirugía sin implantes a partir de los 15-16 años. Recurriendo a una técnica muy exitosa e interesante para mejorar la calidad de los tejidos: el lipofilling mamario con grasa de la propia paciente.

Tipos de asimetría mamaria

De forma genérica, suele distinguirse tres grandes grupos a la hora de definir la asimetría mamaria:

Anisomástia: Es la asimetría que resulta más evidente. En estos casos apreciamos grandes diferencias de tamaño y volumen entre ambos pechos.

Anisotelia: Las diferencias se aprecian en el pezón y la areola de ambos senos.

Asimetría combinada: Cuando se dan los dos tipos de asimetrías anteriormente descritas al mismo tiempo, la anisomástia y la anisotelia.

Cirugía plástica Madrid asimetría mamaria

Qué son las mamas tuberosas: una asimetría mamaria muy común

Las mamas tuberosas son un problema del desarrollo mamario en el cual hay un anomalía. La mama tuberosa no tiene por qué ser pequeña, aunque habitualmente lo es. En ella, el polo inferior no se ha desarrollado bien y está constreñido. Lo cual puede hacer incluso que el surco submamario esté varios centímetros más alto que el de la otra mama. Y esto provocaría una grave asimetría mamaria. Además, puede darse el caso de que este problema no solo se presente en una de la mamas, sino en las dos.

El complejo de la mama tuberosa es difícil de corregir, y va más allá de la colocación de un mero implante, puesto que el tejido mamario se encuentra “apretado”, por así decirlo. Todo ello se asocia también con un anillo de constricción, una areola excesivamente grande y descolgamiento de los senos.

Remodelar estas mamas implica, además de la colocación de un implante, reorganizar el tejido mamario para que en vez de tener forma de tubo (por eso se llaman mamas tuberosas) tengan la forma redondeada que consideramos estética en un pecho.

Aquí puedes consultar toda la información sobre mamas tuberosas: qué son, cómo identificarlas y cuál es su tratamiento en mujeres adultas y en adolescentes.

Otras causas de la asimetría mamaria

Existen otros factores, además del caso mencionado de las mamas tuberosas, que condicionan la aparición de la asimetría mamaria. Por ejemplo, una desviación en la columna vertebral de la paciente o una proyección poco común de las costillas; pasando por problemas hormonales, accidentes, alteraciones en el desarrollo de la mama, extirpación del tejido mamario tras la eliminación de un tumor o malformaciones congénitas.

Concretamente, existe un síndrome muy particular relacionado con la asimetría mamaria. Su nombre es Síndrome de Poland y se trata de un defecto de nacimiento que consiste en el subdesarrollo o ausencia del músculo pectoral mayor.

Primer paso: Valoración inicial

En esta primera valoración analizaremos el caso de la paciente de forma personalizada. Para ello, además de estudiar su historial médico y otros detalles de su estilo de vida (si la paciente es fumadora, si piensa quedarse embarazada y amamantar a su hijo próximamente, etc.), se procederá a la evaluación del tamaño y forma de los senos. Y se solicitará un estudio ecográfico y/o mamográfico si la edad de la paciente lo hace recomendable.

También en esta etapa es muy importante escuchar y entender a la paciente, para lo cual se necesita de su sinceridad y cooperación. Le mostraremos las distintas técnicas quirúrgicas, le explicaremos el proceso de anestesia y hablaremos sobre las soluciones viables en función de su caso concreto. Por ello, en este momento, la paciente debe exponer sus expectativas con la mayor sinceridad posible. Así como escuchar con atención las explicaciones y recomendaciones de la doctora, quien siempre tendrá en mente el resultado más equilibrado, natural y estético posible.

Procedimiento quirúrgico

Debido a que la casuística de las pacientes es muy amplia, cada caso concreto requerirá de la aplicación de técnicas quirúrgicas diferentes. Por ejemplo, en los casos más sencillos, podemos hablar de aumento mamario del seno más pequeño con introducción de implante. O de una cirugía de reducción mamaria si la mama es excesivamente grande, para equilibrarla respecto al otro seno de la paciente.

Pero también, en función de cómo se vaya complicando el caso de cada paciente, podemos hablar de:

    • Aumento mamario de ambos pechos con introducción de prótesis de distintos tamaños, para conseguir la sensación estéticamente equilibrada que buscamos.
    • Reducción mamaria en ambos pechos eliminando volúmenes de tejido diferentes.
    • Cuando nos encontramos con un caso (muy común por otra parte) de asimetría mamaria debido a mama tuberosa, la cirugía tiene dos partes: una reconstructiva (corrección de la forma del pecho y del tamaño de la areola si fuera necesario) y otra dedicada a la colocación de la prótesis adecuada.
    • Técnica asociada de corrección del complejo areola-pezón si es preciso, para reducir el tamaño de la areola más grande o elevar la que se encuentre más caída.
    • Aplicación de la técnica de lipofilling mamario (injerto de grasa de la propia paciente) si procede. Es una técnica muy interesante que nos ayudará a simetrizar y a mejorar la calidad de los tejidos.

Debido a la amplia diversidad de técnicas quirúrgicas que existen en función de cada caso concreto, es complicado establecer unas pautas de cirugía comunes en estos momentos. Cada paciente presenta casos especiales y únicos, que deben analizarse específicamente. Pero, en general, la mayoría de intervenciones para corregir asimetrías mamarias requieren de anestesia general y de una noche de ingreso hospitalario.

Postoperatorio de asimetría mamaria

Los tiempos del postoperatorio dependerán, lógicamente, de las técnicas que finalmente hayan tenido que emplearse: Si la asimetría es más o menos grave, o si hay otros problemas asociados a dicha asimetrías que tengamos que intervenir con técnicas más complejas.

Pero, en general, hablamos de una recuperación muy rápida, que permite a las pacientes retomar su vida normal a la semana o quince días posteriores a la intervención.

A partir del primer día tras la cirugía la paciente deberá llevar un sujetador especial, incluso para dormir. El cual deberá mantener hasta que la doctora, en una de las revisiones postoperatorias, aconseje su retirada, que suele producirse cuando ha pasado un mes desde la intervención.

La paciente podrá, de hecho, retomar las actividades más sedentarias a los 3 o 5 días siguientes a su cirugía. Y para las actividades deportivas más demandantes, deberá esperar entre 1 y 2 meses.

Es totalmente normal sentir molestias en los primeros días, pero éstas serán controlables con la medicación analgésica prescrita por la doctora. También es bastante habitual experimentar una pérdida parcial de la sensibilidad en el seno y en el pezón, pero lo más habitual es que se vaya recuperando gradualmente.

El tamaño y localización de las cicatrices también es algo que dependerá de la técnica utilizada y de la vía de abordaje. Pero en la gran mayoría de los casos las incisiones son muy pequeñas y fácilmente disimulables. Su aspecto también irá mejorando, palideciéndose, según avance la paciente en su proceso de recuperación.

Algunas recomendaciones generales tras una cirugía de asimetría mamaria

Aunque la Dra. Meli aconsejará a cada paciente de forma personalizada, proporcionándole toda la información para el cuidado y protección de sus senos tras la cirugía, recopilamos a continuación algunos consejos genéricos para el postoperatorio de la asimetría mamaria:

      • La paciente podrá ducharse transcurridas 48 horas desde la intervención.
      • Deberá mantener siempre la zona operada limpia y seca.
      • El sujetador especial debe usarse de forma continuada.
      • Debe evitarse siempre el tabaco y el consumo de alcohol.
      • No aplicar masajes en la zona hasta que la doctora se lo indique.
      • Los puntos son absorbibles, por lo que no requieren retirada. Pero sí es necesario que la paciente acuda a las curas habituales en consulta.
      • Se deben evitar los grandes esfuerzos físicos y el levantamiento de peso durante 15 días, aproximadamente.
      • La paciente no debe llevar sujetador de aro rígido.

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