Otoplastia con hilos tensores: mitos y realidades
¿Realmente es efectiva la otoplastia con hilos tensores? Mitos y realidades.
El miedo es muy poderoso. Y precisamente lo que nos provoca miedo, como reacción instintiva de pura supervivencia, es lo desconocido. Aquello de lo que no tenemos la información necesaria para comprender su naturaleza.
Las cirugías y los quirófanos, en efecto, dan mucho miedo. Muchas veces los concebimos como lugares inquietantes. Donde no sabemos exactamente qué van a hacer con nosotros. Donde no tenemos como pacientes, en definitiva, capacidad de control.
¡Pero aquí estamos nosotros para arrojar luz cálida sobre el asunto! Un paciente informado tiene un gran poder entre sus manos: el poder de decisión sin miedo.
La calificación de “mínimamente invasivas” hace que este tipo de tratamientos, como la otoplastia con hilos tensores, ganen popularidad. El hecho de no tener que pasar por un procedimiento quirúrgico propiamente dicho da mucha tranquilidad a los pacientes. Y ciertamente determinadas aplicaciones de esta técnica aportan buenos resultados estéticos.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Hay que tener en cuenta la verdadera efectividad de ese tipo de alternativas, que en apariencia pueden ser muy atractivas, pero en la práctica quizás no son tan estupendas como puede parecernos a simple vista. Especialmente para un tipo de intervención tan concreta como la otoplastia.
Por ello, debemos confiar siempre en la valoración de profesionales altamente cualificados y con gran experiencia.
¿Corrigen los hilos tensores las orejas de soplillo?
La respuesta correcta realmente sería: los hilos tensores pueden ayudar puntualmente a conseguir un mejor aspecto de la oreja. Pero, en la mayor parte de los casos, no sirven para corregir las orejas despegadas u otro tipo de malformaciones congénitas del pabellón auricular a largo plazo.
Es importante dejar claro que “otoplastia con hilos tensores” no son términos cien por cien compatibles. La otoplastia, como su propio nombre indica, requiere de un procedimiento de remodelación de la oreja o pabellón auricular. Es una cirugía que, o bien reposiciona las orejas prominentes (las conocidas como “orejas de soplillo”) o bien reduce o repara orejas de tamaño excesivo, por ejemplo.
La técnica de los hilos tensores, en ningún caso, remodelará las orejas proporcionándoles un nuevo aspecto permanente, diferente de su posición o ángulo inicial.
En resumidas cuentas: la técnica de otoplastia con hilos tensores no es un método que proporcione excelentes resultados a largo plazo. Es una pequeña ayuda puntual, durante un periodo de tiempo concreto. En ningún caso definitivo. Y desde luego no es una opción válida para todo tipo de pacientes. Cada caso concreto requiere de un análisis específico y de un diagnóstico particular.
La otoplastia o cirugía de las orejas sí es el método más seguro, efectivo y duradero para corregir las orejas de soplillo y otras deformidades o anomalías del pabellón auricular.
¿Eso quiere decir que no existen métodos alternativos que funcionan?
¡No! Claro que existen métodos alternativos a la cirugía tradicional que puede proporcionar buenos resultados para las orejas. Si hablamos de pequeñas correcciones o lo que estamos buscando es un método reversible para probar un determinado aspecto, tenemos opciones como el método Earfold.
Earfold consiste en un implante metálico de pequeño tamaño, biológicamente compatible, que fija el cartílago y lo dobla de tal manera que repliega la oreja hacia atrás. Se introduce mediante anestesia local y se tarda unos 30 minutos aproximadamente por oreja. No requiere vendajes y la recuperación es muy rápida.
Pero este implante no puede asegurar unos resultados satisfactorios de forma permanente, pues es un método demasiado joven para saber todavía cuál es la duración media de su estabilidad. Además su posición bajo la fina piel de la oreja hace que sea “visible” en muchos pacientes.
También existen los moldes de sujeción, una técnica que puede valorarse para bebés en sus primeros meses de vida. O la colocación, para grandes deformidades, de epítesis (prótesis externa artificial).
Por otro lado, es muy importante que entendamos que existen muchas más alteraciones y deformidades de las orejas que solamente aquellas en que están más separadas del rostro. De hecho, en muchas ocasiones nos encontramos con casos en los que las orejas de soplillo existen junto con otras malformaciones del pabellón, tanto de tamaño como de estructura.
Por ello, la cirugía de las orejas u otoplastia, es la única intervención que garantiza el “moldeado” de las orejas respecto a las necesidades del paciente. Merece la pena recordar que la otoplastia es una de las cirugías más seguras y menos invasivas siempre y cuando se realice por profesionales altamente cualificados y con gran experiencia, como la Doctora Meli. Y también siempre que los pacientes tengan unas expectativas reales de lo que le intervención conseguirá en sus facciones.
Una otoplastia tiene una duración media de tan solo 2 horas, y es ambulatoria. Lo que quiere decir que, una vez terminada la cirugía, el paciente puede volver a casa para recuperarse tranquilamente en su hogar.
¿Y qué pasa con las cicatrices de la otoplastia?
La otoplastia, la cirugía más versátil y adecuada para la remodelación de las orejas, suele plantear una inquietud o preocupación muy común. Como cualquier otro tipo de intervención quirúrgica, a los padres en el caso de la cirugía pediátrica o a los propios pacientes les preocupa la visibilidad de las cicatrices.
Por ello, mucha gente busca de forma desesperada, sin escuchar bien los pros y contras de otros métodos que prometen descartar la cirugía, alternativas al paso por el quirófano.
¡Las cicatrices de la otoplastia tampoco deben darnos miedo! En el caso de la remodelación de las orejas de soplillo, la cicatriz es prácticamente invisible. Porque el método de abordaje de la intervención se lleva a cabo detrás del pabellón auricular. Para encontrar la cicatriz, lo primero, ¡tendríamos que buscarla con mucho ahínco! Su rojez original, además, irá disminuyendo paulatinamente hasta desaparecer. Y el aspecto de las orejas es absolutamente natural.
Entonces, ¿los hilos tensores no funcionan como tratamiento estético?
El hecho de que la otoplastia con hilos tensores no sea el tratamiento más recomendable para la remodelación de las orejas no quiere decir que no sean efectivos para otro tipo de aproximaciones.
Por ejemplo, y dadas sus características, son una buena opción para prevenir o paliar la flacidez del rostro y contribuir al rejuvenecimiento facial. Son hilos reabsorbibles, biodegradables y biocompatibles. Y tienen la capacidad de regenerar el tejido cutáneo. Su duración es de, aproximadamente, un año. Dependiendo siempre de las características particulares de cada paciente.
Me gustaría saber más acerca de la otoplastia y otras técnicas para corregir las orejas
En tal caso, ¡no dudes en ponerte en contacto con la Doctora Meli! La cercanía, la empatía y la profesionalidad nos caracterizan. Cada paciente tiene unas características genéticas y una experiencia vital muy concreta. Por ello es fundamental que el cirujano especialista en intervenciones plásticas, estéticas y reparadoras lo examine adecuadamente. Solamente así alcanzaremos unos resultados satisfactorios. ¡Te esperamos!
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Buenas tardes Esmeralda, ponte en contacto con nosotros vía teléfono 917 454 110 o 699 891 651 o bien escríbenos a info@doctorameli.com y nos pondremos en contacto contigo lo antes posible para darte los detalles.
Un cordial saludo
Dra. B. González Meli