Por supuesto. Estos defectos en la areola o el pezón pueden corregirse con cirugía.

Las mujeres que tienen pezón invertido lo tienen así de nacimiento. Esto es especialmente negativo para aquellas que deseen darle el pecho a su hijo: porque el bebé no tiene pezón donde pueda succionar.

Luego está el caso de mujeres que tienen pezones extremadamente grandes debido a cambios hormonales a raíz de los embarazos y la propia lactancia. Y no se sienten en absoluto cómodas: por ejemplo, notan que se les marcan demasiado a través de la ropa o el roce de las prendas les resulta molesto y desagradable.

En estas cirugías, hacemos un trazado de la cantidad que podemos quitar para mantener una forma armónica y que se ajuste de forma proporcionada al resto de la mama. Son cirugías bastante cortas y sencillas que pueden llevarse a cabo con anestesia local.