Cirugía plástica postbariátrica y calidad de vida
La cirugía postbariátrica cumple un papel fundamental como método reconstructivo tras una gran reducción de peso. No solamente se enfoca desde la eliminación de la piel sobrante, sino que trabaja la tonificación y la tersura de los tejidos para conseguir un aspecto estético equilibrado. Una de las intervenciones más significativas es la abdominoplastia, procedimiento quirúrgico que se encarga de reparar la flacidez abdominal y el exceso cutáneo. Además de la consecución de un abdomen más firme y plano, gracias al reforzamiento de la musculatura, también los pacientes experimentan que su cintura se estreche.
Esta devolución de la armonía al cuerpo es especialmente necesaria en pacientes que ya han pasado por el quirófano para el tratamiento de la obesidad. La redundancia de piel y el exceso de grasa abdominal son inherentes a una cirugía bariátrica, dado que ésta implica una reducción de peso considerable en un corto periodo de tiempo. Pero la abdominoplastia también ha demostrado tener otros beneficios muy positivos en la calidad de vida y la salud mental de los pacientes. ¿Es la cirugía postbariátrica un paso importante tras una cirugía de la obesidad?
Empecemos por el principio: ¿y qué es la cirugía bariátrica?
Bajo el paraguas del término cirugía bariátrica se incluyen todos los métodos quirúrgicos empleados para tratar la obesidad y el sobrepeso crítico. Su finalidad es disminuir drásticamente el peso corporal del paciente, mediante la restricción de alimentos ingeridos y la modificación de su absorción por el organismo. Este tipo de cirugía se ha demostrado sumamente eficaz cuando los métodos tradicionales (dieta saludable, ejercicio y medicación) fracasan.
Los buenos resultados de este tipo de intervenciones para combatir comorbilidades (enfermedades asociadas) como la diabetes mellitus tipo 2, la hipertensión arterial o la apnea del sueño, hace que estemos hablando de “cirugía metabólica”. Este concepto se aplica en intervenciones de pacientes que presentan un IMC (Índice de Masa Corporal) entre 30 y 35 Kg/m2. O incluso entre 25 y 30 Kg/m2, en función del gravedad).
La cirugía bariátrica, a diferencia de otros métodos no quirúrgicos, es sumamente efectiva para que la pérdida de peso se prolongue con éxito en el tiempo.
Salud mental y cirugía postbariátrica: beneficios de la abdominoplastia
Cuando hablamos de mejoras en la calidad de vida muchas veces pasamos por alto la salud mental. Un concepto muy importante para entender por qué, tras una intervención estética y la modificación de hábitos poco saludables, los pacientes experimentan una mejoría en su satisfacción personal. El reforzamiento de la autoestima es una de las consecuencias que menos se subrayan cuando hablamos de los beneficios de una abdominoplastia. Pero en el caso de pacientes de cirugía de la obesidad, la importancia es aún más evidente.
La relación entre obesidad, depresión e imagen corporal es algo que preocupa tanto a profesionales de la cirugía estética y reparadora, como a cirujanos bariátricos, nutricionistas, psiquiatras y psicólogos. Desde hace menos de una década, tanto la literatura médica o científica como los medios de comunicación debaten sobre el llamado “gen de la obesidad” y su relación con la depresión y otras enfermedades mentales. Pero, independientemente de si fue antes el huevo o la gallina (¿la depresión es consecuencia de la obesidad o viceversa?), lo cierto es que ambos trastornos se retroalimentan y alejan a los pacientes de la plenitud de sus vidas.
Diversos estudios hacen que los especialistas destaquen la relevancia de la abdominoplastia como uno de los métodos de cirugía postbariátrica más beneficiosos en la mejora de la calidad de vida. Se estima que entre el 70 e incluso el 90% de este tipo de pacientes requieren cirugía plástica, siendo la abdominoplastia el método más solicitado. Sus beneficios psicológicos son muy evidentes en la nueva relación de los pacientes con su imagen corporal; y se suman a los que ya previamente se habían conseguido gracias a la cirugía de la obesidad: mejora de la autoestima, sociabilidad, mejoría en la vida profesional y en el desempeño laboral, recuperación de la vida sexual e íntima, etc.
¿Cuándo es recomendable la abdominoplastia tras la cirugía bariátrica?
Dependiendo del tipo de paciente y sus características concretas, la abdominoplastia suele estar indicada a partir del año o los 18 meses posteriores a la cirugía de la obesidad, puesto que es necesario que la pérdida de peso se estabilice. De modo que un indicador será tanto el volumen de peso que deba perderse como la respuesta del paciente en su postoperatorio. La abdominoplastia se realiza bajo anestesia general o epidural, dependiendo de cada caso particular.
Asimismo, es importante tener en cuenta que los pacientes deben escuchar y atender las indicaciones postoperatorias de su cirujano bariátrico, así como las que indique el cirujano estético y reparador: para asegurar la máxima eficacia de estos tratamientos, ambas soluciones quirúrgicas deben acompañarse de una dieta saludable y de la modificación de los hábitos de vida. Esto incluye, como es evidente, abandonar el sedentarismo e incluir una rutina de ejercicio físico. En Más vida sin obesidad se ofrece a la personas con obesidad un servicio integral de cirugía bariátrica, apoyo psicológico y nutricional para que los pacientes recuperen el control de su cuerpo y de su vida.
Doctora Meli: especialista en abdominoplastia tras la obesidad
La doctora Beatriz González Meli cuenta con más de 20 años de experiencia en cirugía plástica, estética y reparadora. No dudes en ponerte en contacto con nosotros y descubrir los beneficios en la calidad de vida y el bienestar psicológico tras dar el paso hacia la abdominoplastia. Completar la cirugía de la obesidad con una intervención de cirugía estética postbariátrica mejora la calidad de vida de los pacientes en todas sus áreas: autoestima, sociabilidad, sexualidad, etc. Ponte en contacto con nosotros y la doctora estará encantada de resolver tus dudas ante este gran cambio vital.
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