El lipedema es una afección poco conocida, pero que afecta a un gran número de personas, en su mayoría mujeres. Más allá de un simple problema estético, el lipedema tiene importantes implicaciones para la salud física y emocional de quienes lo padecen.

¿Qué es el lipedema?

El lipedema es un trastorno crónico del tejido adiposo que provoca una acumulación desproporcionada de grasa en ciertas zonas del cuerpo, como las caderas, muslos, nalgas y piernas. Este trastorno es independiente del peso corporal general, lo que significa que puede presentarse en personas delgadas o con sobrepeso. La acumulación de grasa en el lipedema es simétrica y no desaparece con dietas ni ejercicio.

A menudo, el lipedema se confunde con la obesidad o el linfedema, pero tiene características distintivas. Entre ellas, destaca la sensación de dolor o sensibilidad al tacto en las áreas afectadas y la tendencia a desarrollar hematomas con facilidad debido a la fragilidad capilar.

¿Cuáles son los síntomas del lipedema?

Reconocer los síntomas del lipedema es clave para obtener un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado. Algunos de los signos más comunes incluyen:

  • Acumulación desproporcionada de grasa: Principalmente en piernas, muslos, caderas y, en algunos casos, brazos. Esta acumulación no afecta las manos ni los pies.
  • Dolor o sensibilidad al tacto: Las zonas afectadas suelen ser dolorosas incluso con una presión ligera.
  • Hematomas frecuentes: Las personas con lipedema tienden a desarrollar moretones con facilidad debido a la fragilidad de los capilares.
  • Hinchazón: Aunque no afecta los pies, la hinchazón en las piernas puede empeorar al estar de pie durante largos períodos.
  • Sensación de pesadez: Muchas personas describen una sensación de piernas pesadas o fatigadas.
  • Progresión gradual: El lipedema suele empeorar con el tiempo si no se trata adecuadamente.

Es importante destacar que los síntomas pueden variar de una persona a otra y que su progresión depende de diversos factores, como la predisposición genética y los cambios hormonales.

¿Qué produce la aparición del lipedema?

Las causas exactas del lipedema no están completamente claras, pero se sabe que varios factores contribuyen a su desarrollo:

  • Predisposición genética: Muchas personas con lipedema tienen antecedentes familiares de esta afección, lo que sugiere un componente hereditario.
  • Cambios hormonales: El lipedema a menudo aparece o empeora durante períodos de cambios hormonales significativos, como la pubertad, el embarazo o la menopausia.
  • Factores hormonales: Aunque no es una causa directa, los desequilibrios hormonales pueden influir en la acumulación de grasa y la inflamación crónica en los tejidos afectados.

Aunque el lipedema no está relacionado directamente con el estilo de vida, mantener un peso saludable y una dieta equilibrada puede ayudar a controlar algunos de sus síntomas.

¿Tiene el lipedema repercusión para la salud corporal?

Sí, el lipedema no solo afecta la apariencia estética, sino también tiene un impacto significativo en la salud física y emocional.

Este puede generar dolor crónico y constante en las zonas afectadas que puede dificultar actividades cotidianas y afectar la calidad de vida; movilidad reducida en etapas avanzadas debido a que la acumulación de grasa y la hinchazón pueden limitar la movilidad; y riesgo de linfedema, una afección en la que se acumula líquido en los tejidos blandos.

¿Qué podemos hacer si sufrimos de lipedema?

Si sospechas que tienes lipedema, lo más importante es buscar ayuda de un profesional especializado en el tema. El diagnóstico temprano es clave para prevenir la progresión de la afección y mejorar la calidad de vida.

Tratamiento para el lipedema

El tratamiento del lipedema puede incluir diversas estrategias, dependiendo del grado de la afección y las necesidades individuales de cada paciente. Entre los tratamientos más comunes se encuentran:

  • Liposucción: Este es uno de los tratamientos más efectivos para eliminar la grasa acumulada en las zonas afectadas. La liposucción no cura el lipedema, pero mejora considerablemente la apariencia y los síntomas.
  • Terapia física: Los masajes linfáticos y el drenaje linfático manual ayudan a reducir la hinchazón y mejorar la circulación.
  • Compresión: El uso de prendas de compresión diseñadas específicamente para el lipedema puede aliviar la hinchazón y mejorar el confort.

El lipedema es una afección compleja que afecta tanto a la salud física como emocional de quienes lo padecen. Afortunadamente, existen opciones de tratamiento que pueden mejorar significativamente la calidad de vida y la autoestima. Si sospechas que puedes tener lipedema, no dudes en buscar ayuda profesional y explorar las soluciones disponibles. Sabes que puedes contar con la Dra. Meli y con nuestro equipo para más información.