Seguramente hace tiempo que te miras en el espejo y sientes que hay algo en tu mirada que no te gusta. ¡Pero no sabes qué es! Piensas que quizás tus ojos son demasiado redondos y que no consiguen trasmitir belleza, carácter, juventud… Incluso que te echan demasiados años encima.
Pues tenemos buenas noticias, porque si te sientes identificada con todo esto, lo que necesitas tiene un nombre muy concreto. ¿Habías oído hablar alguna vez de la cantopexia? Ese es el nombre de la pequeña intervención que consigue rasgar levemente los ojos, otorgándoles un aspecto más seductor y felino. Y efectivamente, es una de las intervenciones estrella de las celebrities de todo el mundo.
Vamos a profundizar un poco más en esta cirugía, mínimamente invasiva, que ofrece unos resultados tan sutiles como efectivos. Y visibles desde el primer momento.
¿Qué es la cantopexia?
La cantopexia es una técnica que sirve para reforzar el tendón del párpado, cuando su laxitud es leve o moderada.
Gracias a esta intervención se consigue elevar el canto del ojo (de ahí su nombre), corrigiendo el antiestético efecto de los ojos demasiado redondos.
El resultado es el de unos ojos ligeramente almendrados o con un toque gatuno, muy sutil y sensual, que nos ayuda al mismo tiempo a rejuvenecer esa parte del rostro y a evitar la sensación de tristeza o decaimiento.
¿En qué consiste una cantopexia?
En más de una ocasión, la cantopexia puede asociarse a una blefaroplastia o cirugía de párpados, favoreciendo ese efecto rasgado, aprovechando las incisiones ya realizadas. En este caso, se trata de un tratamiento preventivo, por así decirlo, para evitar que durante la cicatrización de la blefaroplastia se produzca un descolgamiento del párpado inferior.
Pero la cantopexia también puede llevarse a cabo como una intervención independiente, realizada con anestesia local (a veces incluso puede añadirse sedación), que se realiza de forma ambulatoria, sin necesidad de ingreso hospitalario.
Gracias a esta técnica quirúrgica conseguimos corregir la caída del canto externo del ojo. Generalmente lo que se realiza es una mínima incisión en el borde del párpado que nos permite tensar el llamado “tendón cantal”, fijándolo mediante una pequeña sutura totalmente inapreciable de cara al exterior.
La cantopexia suele llevarse a cabo en apenas 50 o 60 minutos, dependiendo del caso particular de cada paciente.
Beneficios de la cantopexia
Una intervención tan sencilla como la cantopexia tiene un impacto más que notable a la hora de rejuvenecer el rostro, aportado vitalidad, alegría y sensualidad a la mirada.
Un ojo ligeramente almendrado siempre denotará mayor dulzura y juventud que un ojo demasiado rendondo. Además, gracias a la cantopexia conseguimos también un pequeño efecto lifting en el área, estilizando la expresión y corrigiendo posibles asimetrías (incluso aquellas fruto de un problema derivado de una parálisis facial).
Como comentábamos, se trata de una intervención muy sencilla (siempre y cuando se lleve a cabo por manos profesionales especializadas en rejuvenecimiento de la mirada), que tiene asociada una recuperación postoperatoria rápida y sin molestias graves. Los resultados son bastante definitivos y perfectamente visibles a partir de los 10-15 posteriores a la intervención.
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