Seguro que no me equivoco al afirmar que muchos de vosotros habéis oído hablar mal de la otoplastia tradicional alguna vez. Pues bien, muchas de las cosas que habéis escuchado no son ciertas, se tratan de mitos sobre la otoplastia. Si es verdad que cada persona es un mundo, cada uno tiene sus propias experiencias y responde de forma distinta a los tratamientos, al igual que cada cirujano plástico sigue unos criterios de actuación diferentes. Pero os puedo asegurar, desde mi larga trayectoria como cirujana plástica, que la otoplastia es una de las cirugías más seguras y menos invasivas, siempre y cuando se realice una correcta planificación de la misma y los pacientes tengan expectativas reales de la intervención.
¡Desmontando mitos sobre la otoplastia!
Sorprendida me he quedado cuando buscando en internet, he dado con algunos foros, y leyendo las experiencias de algunos internautas… ¡Me he quedado de piedra! Hablan de la cirugía de orejas como si fuera un infierno y la verdad que lo siento por ellos, porque no debería ser así en ningún caso.
Entiendo perfectamente que la gente comente sus experiencias, tanto malas, como buenas. Pero es cierto, y en mi opinión, uno de los grandes problemas de internet, es que la existencia de tantas experiencias negativas de la gente, provoca que el resto nos creemos una inadecuada idea de la cirugía, acabando por tenerle miedo. Un miedo innecesario, que desemboca en la elección de otros métodos no quirúrgicos, que al final no ofrecen una solución de nuestras orejas a largo plazo, o la mera resignación, conviviendo con nuestro complejo, sin tratarlo.
Pues bien, hoy queremos salir en la defensa de la otoplastia y tranquilizar a los pacientes que estén pensando en ella, ya que es una intervención MUY SEGURA, que ofrece en la mayoría de los casos, unos resultados plenamente satisfactorios.
Mitos de la otoplastia
La operación es muy complicada
¡Falso! La cirugía de orejas es una intervención bastante sencilla que dura alrededor de 2 horas ¡Y es ambulatoria! Al finalizar la intervención el paciente puede volver a casa, sin necesidad de pasar una noche en el hospital.
Fijaros si es poco intrusiva que se realiza en niños. De hecho, es de las pocas cirugías estéticas que se pueden realizar en menores. Esta intervención se plantea sobre todo a partir de los 6- 7 años, momento que se considera que las orejas del menor ya están formadas y definidas, aunque en casos muy llamativos es posible realizarla en niños de menor edad sin ningún problema.
Postoperatorio muy doloroso
La otoplastia tiene un postoperatorio muy doloroso ¡No es cierto! El dolor no es lo que define el postoperatorio de la otoplastia, aunque es verdad que durante los 2 primeros días las orejas pueden molestar o doler, pero estas molestias serán fáciles de paliar mediante la medicación indicada por el cirujano plástico.
La recuperación de la otoplastia dura alrededor de una semana, muchas veces menos. Lo que si puede implicar la intervención es cierta incomodidad, ya que durante las primeras semanas hay que tener cuidado con las orejas, que no se doblen, no realizar ejercicio, llevar a cabo una serie de cuidados, utilizar una malla o vendaje que las proteja, etc.
A este respecto, a muchos pacientes, sobre todo adultos les condiciona el tener que usar un vendaje o banda en el postoperatorio.
Nosotros usamos la banda sobre todo por la noche y durante el día simplemente cuidamos la oreja aplicando una crema antiséptica.
Se pierde agudeza auditiva
¡Totalmente falso! Me ha llamado la atención ver esto en internet. En ningún caso la otoplastia afectará a nuestra audición, ya que en ningún caso tocaremos el oído interno. El área que modelamos o retocamos corresponde con el perímetro externo de las orejas, por lo que podéis estar totalmente tranquilos en este aspecto.
¿Deja mucha cicatriz?
¡Depende de la intervención! Tenemos por costumbre generalizar la otoplastia como técnica para corregir las orejas en asa o de soplillo, pero está indicada para tratar muchas más anomalías que la de orejas prominentes.
En el caso del tratamiento de orejas de soplillo, la cicatriz es prácticamente invisible, ya que se aborda la intervención por detrás del pabellón auricular, por lo que para ver la cicatriz tendríamos que buscarla. Si bien es cierto que durante los primeros meses, como toda cicatriz, tendrá un color rojizo que comenzará a aclararse pasado este tiempo.
Los resultados no son naturales.
¡Al contrario! La naturalidad de los resultados es uno de los grandes beneficios de esta cirugía con respecto a otro tipo de intervenciones de los pabellones auriculares. Pasados unos meses podréis doblarlas, estirarlas, etc., cosa que con otros procedimientos no podríais.
Son mejores otras alternativas
No, en mi caso he trabajado y trabajo con otros tratamientos quirúrgicos o no quirúrgicos y puedo afirmar que como la otoplastia “tradicional” no existe en la actualidad un procedimiento que ofrezca o mejore los resultados. La otoplastia con implantes Earfold es un procedimiento que no sirve para todos los tipos de orejas. Cuando está bien indicada tiene buenos resultados y nos gusta mucho, pero hay muchos casos en que la otoplastia es más versátil y adecuada.
Vendajes tras cirugía, lo mejor
Algo que hemos notado y que venimos practicando desde hace ya algún tiempo, es el sustituir los típicos vendajes tras la cirugía por una malla. Esta segunda opción le da más libertad a la oreja, mayor sujeción y le evita al paciente los dolores típicos del vendaje post quirúrgico. ¡Ofrece unos resultados fantásticos!
En definitiva esperamos haberos ayudado con este artículo desmontando los mitos de la otoplastia. En cualquier caso os recomendamos contactar con un cirujano plástico, especializado en cirugía de las orejas, y que el mismo os recomiende el tratamiento más adecuado a vuestras necesidades. Para cualquier cuestión sobre otoplastia u otros tratamientos quirúrgicos, no dudéis en contactarme ¡Estoy a vuestra entera disposición!
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